La crianza de un hijo es, desde luego, algo muy particular y personal, es probable que no encontremos a dos padres que se enfoquen de igual manera y estén de acuerdo en todos los aspectos en relación con la instrucción de sus hijos. Sin embargo, hay algo en lo que seguramente casi todos coinciden: el nacimiento de un hijo elimina el tiempo libre de forma abrupta.
Es habitual que, durante los primeros meses e incluso años, no tengamos tiempo para socializar y salir con nuestros amigos, pero también es un momento en el que solemos dejar de lado el deporte. Si te encuentras asintiendo ante estas afirmaciones y no ves el momento de retomar tu actividad deportiva, quizá hacerte con un carro para correr con niños pueda ser tu solución.
Primeros pasos para correr con carrito de niños
Igual que para la práctica de cualquier actividad, un carro para correr con niños os vendrá muy bien y no os impedirá hacer aquel deporte que tanto os funciona a nivel emocional y también físico. Por ello, a continuación, vamos a darte algunos consejos que pueden resultar útiles.
¿Es para ti?
Tanto si eres un deportista o corredor experimentado, como si no has sudado ni en una sauna, puedes iniciarte en esta actividad. Por supuesto, cada corredor deberá ser consciente de su nivel y ser realista, especialmente al principio. Puedes empezar alternando carrera y caminata, e ir subiendo la exigencia según te vayas viendo preparado.
Espera al momento adecuado
Si te preguntas con cuántos meses se puede usar un carrito para correr, la respuesta no la vas a encontrar en el corredor, sino en el bebé. Con independencia de tus ganas y de tu motivación, los expertos no aconsejan llevar a un bebé menor de seis meses en un carrito para correr.
Además, debes esperar a encontrarte en un momento físico y mental adecuado. Hacer ejercicio es muy recomendable y te ayudará a despejar tu mente de una tarea tan demandante como es cuidar de un hijo, pero si no te ves con motivación y ganas, puedes esperar unos meses.
Escoge un carrito adecuado
Para un trote suave y terrenos llanos y regulares, es posible utilizar cualquier carro de bebé. Sin embargo, si lo que pretendes es subir y bajar cuestas, ir por caminos sin asfaltar y más exigentes, necesitarás un carrito específico. Suelen tener tres ruedas grandes y un sistema de bloqueo de la rueda delantera.
No te olvides de inmortalizarlo
Es posible que al principio te cueste. Correr con un carrito exige más esfuerzo que correr solo y, además, a ello se le suele sumar el hecho de que un bebé nos habrá tenido al menos unos meses fuera de forma. Pero, si eres constante, poco a poco irás notando la mejoría.
Documentar el proceso con fotografías no solo te ayudará a guardar recuerdos que en un futuro podrás compartir con tu bebé, también te dará una motivación extra al ir viendo los cambios, ya que es posible que al ser tan progresivos no los aprecies. Sea cual sea el motivo, para almacenar recuerdos te recomendamos utilizar alguna de las soluciones que puedes encontrar en recuerding.com.
Una vez que el progreso sea suficiente, puedes plantearte apuntarte a un maratón que se pueda correr con carrito o a una carrera popular, aunque siempre hemos de ser cautelosos y conscientes de nuestras limitaciones y no lanzarnos a la aventura si realmente no estamos preparados.
Aunque ser padres nos cambia la vida completamente, no debemos dejar que nos anule completamente como personas. Para ser un buen cuidador, hay que empezar por cuidarse uno mismo, objetivo para el cual la práctica de deporte es altamente recomendable. Por ello, si pretendes iniciarte o retomar el ejercicio físico, pero no quieres (o no puedes) renunciar a compartirlo todo con tu bebé, llevarlo contigo en un carro para correr con niños es una solución idónea. Espera el momento adecuado y adquiere un carro especial, ¡pero recuerda hacer muchas fotos!